viernes, 26 de febrero de 2010

El primero de no sé cuantos ...

Toda vez que decidí vencer a la decidía, heme aquí, en un intento por compartir contigo amable lector, mis vivencias, ideas, emociones y todo aquello que me sucede en el día a día, entorno a esta nueva condición de vida que me acompaña desde Junio del 2006.

De un tiempo a la fecha tengo la inquietud de dejar testimonio sobre esta mi nueva condición de vida, con el objetivo de que conozcas a alguien que todos y cada uno de los días se enfrenta a una enfermedad afamada y mistificada por lo terrible y mortal que es, pero que en mi caso, me ha venido pelando los dientes (hasta el momento).

Estoy firmemente convencido que ya basta de solo y siempre mostrar la cara oscura de la Diabetes ya que existe el otro lado y soy fiel reflejo de ello, todo lo que leerás es porque lo he vivido, nada es que me lo hayan platicado o le haya sucedido al primo de un amigo, así que desde ahora te digo que si escribo que la burra es parda es porque tengo los pelos en la mano.

Vivir con Diabetes, me ha permitido conocer la peor parte de mi, esa parte turbia y oscura que siempre supe que existía pero que nunca había enfrentado. Pero mejor aún, también me ha permitido sacar lo mejor de mi, darme cuenta que esas pequeñas virtudes que tengo, una vez más me permiten salir adelante de manera constante, o sea, todos los días, porque la Diabetes así se vive, un día a la vez.

Por lo pronto te diré que no soy diabético, pues una enfermedad no define a una persona, no padezco Diabetes puesto que no me la paso lamentándome por tener la enfermedad, ni sufro por ello, entonces pues, es que VIVO CON DIABETES, soy tan humano como tu, respiro, como, bebo y en general realizo las mismas actividades que cualquier persona, claro esta, con la pasión, fuerza, coraje, entereza, weba, estilo y clase que poseo, o sea lo que me hace ser Yo.

Gracias pues por leerme, por dedicarme unos minutos de tu tiempo, siéntete en la libertad de opinar, comentar, sugerir y/o preguntar lo que desees.

Sea pues este mi primer blog de no sé cuantos, un abrazo.

Edgar.