jueves, 29 de octubre de 2015

La Montaña y Yo...


El lugar fue el de otras ocasiones, el Nevado de Toluca.

La actividad se repitió como tantas veces, correr.

Pero la experiencia fue totalmente diferente.

No fue lo que corrí ni el cómo lo hice, fue que en cada paso conectaba con ella y que en cada respiración recibía algo más que aire.

No fue el clima, fue el poder apreciar los distintos matices presentados y aún a pesar de lo adverso que a los ojos parece y la piel siente, sentirme en todo momento arropado.

Fue el atreverse a pedir y recibir.

Fue el buscar y encontrar... ¡Enfrente de mis narices!

En el 2009, un día decidí “enfrentar” a la montaña, con más inocencia que conocimiento de causa, se me regalo una de las experiencias más bellas que el running y la madre naturaleza me han dado. Pero justo el pasado domingo 25 de Octubre entendí la lección.
Febrero 2009, Los Andes

Febrero 2009, Los Andes


¡Soquete que soy! A la montaña no se le enfrenta, tantas veces cruzándole recorriendo sus veredas y caminos, creyendo que la vencía poco a poco conforme se asciende, pensando que una vez estando en la cima, la conquistaba. Hoy sé que no es así porque la montaña te hace suyo, al fin y al cabo tenemos el mismo origen, nos conocemos de otras vidas y épocas, cuando la vida actual trascienda nos encontraremos de nuevo.
Octubre 25, 2015 - Nevado de Toluca


La montaña siempre me ha dado su fuerza, poder, magia, energía y paz, pero en esta ocasión me dio todo eso en demasía porque pude percibir y sentir la fuente, me conecte con el origen. Y entonces supe que ese éxtasis de luz que una vez experimente durante el caos es el mismo que me hace vivir.

Yo soy.
Yo estoy.

¡Vivo! 
Oct 25, 2015 - La montaña y Yo