sábado, 27 de mayo de 2017

Hoy en 25:27...



10 años.

De Aplanar calles a chanclazo limpio, de perderme entre veredas y trepar cerros.

De glasear caminos…

El 27 de Mayo me forme en lo que fue mi primer bloque de salida, me esperaban por delante 5 kilómetros, el running había llegado a mi vida de rebote y a consecuencia de haber sido diagnosticado con Diabetes un año antes.

En realidad no había gran expectativa de mi parte, estaba yo ahí para probar y ver “que se sentía”. Era un total, absoluto y auténtico novato que no sabía nada de este deporte, sólo había en mi cabeza la idea de iniciar corriendo y terminar igual, sin detenerme. Y así fue.

Acompañado por mis hermanos y sobrino en la ruta, el resto de la familia como porra (esposa, hijas, madre, sobrinas y cuñadas, en ese entonces no existía Yuki), recuerdo todo el protocolo de la carrera: (disque) calentar, colocar el número y chip, foto con los carnales y sobrino, ir al bloque de salida, escuchar y cantar el himno nacional, escuchar el balazo de salida y comenzar a correr.

Nunca me preocupe por saber quién iba atrás o quien iba adelante, yo sólo quería cumplir mi objetivo de terminar sin detenerme y al final, ver “que se sentía”. Fue un plus saber que mis hermanos me la habían pellizcado… ¡Como jijos no!

Sobre el camellón de la calle Horacio (en Polanco) a unos metros, se veía la meta, a un costado, el respetable vitoreando a propios y extraños, entre todos ellos, mi familia. Y entonces el instinto me hizo levantar los brazos en señal de victoria cuando cruce ese umbral mágico llamado meta, caminar a la zona de recuperación y recibir (lo acostumbrado), pero que alguien me colocara ese pedazo de listón con un trozo de metal colgado al cuello fue un momento cómico, mágico y musical acompañado de celestiales tintineos (porque sí, a veces y escucho eso, por así decirlo).

¡Lo que se vino después! …Se prendió el interruptor del “running” que por años estuvo apagado, me invadió una satisfacción enorme y entonces con mucho gusto me trague mis palabras: “¿Correr Yo?, Que corran os caballos…”. De las veces que he tenido que hacerlo, al menos esta vez fue gratificante tener que saborear todas y cada una de ellas, porque al día de hoy disfruto muchísimo cada kilómetro recorrido.

En 10 años de correr he visto como han evolucionado las carreras en: cantidad, calidad, implementos, accesorios, outfits, rutas, distancias, modalidades y desde luego los corredores.

Pero  lo que nunca ha cambiado en estos 10 años, es el espíritu inquebrantable del ser humano por al final, vencerse así mismo, sin importar la distancia o la ruta, cruzar una meta es una victoria ganada a toda ley, el pecho se llena de orgullo, se pinta una sonrisa en nuestro rostro y volvemos a casa como grandes héroes.

Correr para mi es sumamente terapéutico, relajante, inspirador, me distrae, es encontrarme conmigo mismo una y otra vez, necearme a mí mismo, arreglar el mundo, e inclusive buscar las chichis a las hormigas, inventar el hilo negro y descubrir el agua tibia ¡Oh si!. Hasta estoy pensando en escribir algo así como: “Lo que pienso mientras corro”, los envidiosos dirán que casi casi le copie el título al que casi casi le dan un nobel de literatura, pero no, porque él escribió de lo que habla, cuando habla de correr.

En 10 años de correr, busque (y lo sigo haciendo) para leer de los grandes (Silva, Cerón, Paredes, Panfill, Pitayo, Don Rubén Romero, entre otros), para poder asistir a platicas o clínicas con ellos mismos y así aprender para convertirme en un Runner autodidacta en modo “forever alone” durante 4 años, posteriormente ingresar al running en grupo, conocer a grandes corredores de acá, allá y acullá.

Y ahora viviendo la grata experiencia de tener un equipo de corredores con quienes comparto cada ocho días la ilusión y la emoción de entrenar y competir. Especialmente a ellos ¡Muchas Gracias! por llamarme “Coach”, porque en realidad no lo soy, no ostento ni poseo un título que diga que soy Entrenador deportivo o semejante, pero ellos así me ven y en verdad se los agradezco enormemente.

La Diabetes me hace ver la vida en piquetes por día/semana/mes en mis dedos, en conteo de carbohidratos, en ml/Dl de azúcar en sangre, en interpretar la lectura de etiquetas, en aprender del metabolismo y su relación alimento-ejercicio-descanso, en cómo mantener peso saludable y un bajo porcentaje de grasa  visceral, IMC en rango, cintura por debajo de los 90 cm (¡Sí!, soy talla 28, no me odien, mi trabajo me cuesta),  aprender, practicar y diseñar nuevas rutinas de ejercicio para no fastidiarme y un poco más…

Pero en 10 años de correr he aprendido a medir la vida en kilómetros, en minutos por kilómetro, en pulsaciones por minuto, en zonas de entrenamiento, pero sobre todo he aprendido a vivir la vida a pasito chimenguenchon o a paso infra keniano, a pujar en las subiditas y a dejarme ir como gorda en tobogán en las bajadas, pero lo más importante, he aprendido a disfrutar de todo lo que el camino ofrece.

Cuando hago la combinación de mi vida a través de la Diabetes y del Running, me pongo a pensar y analizar las distintas vertientes que se pueden suscitar si esto o  aquello pasa o cambia (lo que se conoce como chairas mentales) siempre llego a la misma conclusión: Acepte el diagnóstico pero estoy luchando por no aceptar el pronóstico, estoy pasando del milagro al ¡Mí logro!
 
En 10 años de correr creo que podría escribir algunas páginas de esa evolución que he visto en las carreras, muchas anécdotas de todo tipo, de los milagros que el running ha logrado en otras personas y he visto, pero como dice la nana Goya: esa es otra historia.

Hoy a 10 años de haber iniciado a correr, a ti que te tomas el tiempo de leer esto:

Y que quizá hayas compartido alguna ruta o meta conmigo, ¡Mil Gracias! Por tu grata compañía.

Que no corres, pero nos une algún otro lazo, ¡Únete!, nomás para “que pruebes y veas que se siente”, porque sabes, se siente bien bonito.

Mi hermano Jorge me dijo: “Pues ve, a lo mejor te gusta y si no, pues no pasa nada”, estoy seguro que él no sabía ni tenía idea del alcance de esas palabras que me animaron y empujaron a inscribirme a los 5K Nicorette Polanco aquel 27 de Mayo del 2007. ¡Gracias Infinitas carnal!

Mi total agradecimiento a esos que me han hidratado en ruta, a los que han regalado alguna foto, que me han animado en carrera, que me han chocado la palma de la mano, a los que cierran las calles para que corramos de manera segura, a los que arman el arco de salida-meta, a los jueces, a quienes nos entregan los paquetes pre y post carrera, a los que nos cuelgan la medalla recién ganada, de verdad, ¡Gracias!

Hoy a 10 años de haber iniciado en esto de “correr”, deseo poder seguir haciéndolo por muchos años más, solo o acompañado, en una vereda o el asfalto, de día o de noche, poco o mucho, lento o rápido (tan rápido como mi cuerpo me lo permita, tranquilos, ya no me interesa el breaking2, Kipchogue y Nike, pueden estar tranquilos), con frío o calor, da igual porque un corredor es: Una máquina perfecta, todo terreno y que ninguna otra máquina inventada por el hombre le supera en fuerza y poder, porque un corredor tiene fuerza de voluntad y el poder de desear alcanzar una y mil metas, eso, ninguna máquina electro-mecánica lo puede hacer, ninguna.

En 10 años de correr, me he esforzado siempre, entrenamiento o carrera y a pesar de ello nunca he ganado una sola competencia, pero sin excepción, en todas y cada una de ellas me he divertido… ¡Y mucho!

Nos vemos donde siempre… ¡En La Meta! 

#ConDiabetesSePuede #Siempre #ControlemosLaDiabetes #LosTripasVolteadasTambiénCorremos #Volamos #YNosAceleramos
Hoy en la pista de Viveros, 5K, con la EddySeñal

Mi carnal, el que me dijo que corriera para ver que se sentía... ¡Gracias Jorge!

Mi linda porra de hace 10 años...

Mi hermosa porra de Hoy... ¡Mil Gracias!

Ellos no lo saben, pero hoy celebraron conmigo - "Mi equipo: Run And Run Team"

Hace 10 años... ¡Y lo que se vino después!

No hay comentarios:

Publicar un comentario